¿Quién es Sonia?
Sonia, además de ser la directora de las oficinas de mSoluciona de Orzán y Cuatro Caminos en A Coruña, se encarga personalmente del asesoramiento a las familias y orientación del servicio para cubrir todas sus necesidades, desde la visión más social que da su profesión. La atención a las necesidades específicas de los usuarios y la detección de servicios de especial dificultad, es otra de sus funciones. Responsable a su vez de la selección del personal de ambas oficinas para generar el mejor equipo humano para atender tanto a las familias, como a las trabajadoras y trabajadores que realizan el servicio.
¿Cómo conseguís ofrecer un servicio de ayuda a domicilio profesional?
En nuestro día a día, nos esforzamos por combinar tres pilares fundamentales: cercanía, planificación y seguimiento continuo.
Nuestro método para trabajar se basa en algo muy concreto: escuchar a las personas y entender sus necesidades. Para nosotras, cada familia, cliente o persona usuaria son únicas, y por eso dedicamos tiempo a conocer su situación antes de empezar. Esto nos permite diseñar un servicio que realmente se adapte a cada caso.
Contamos con un equipo formado y preparado, pero, sobre todo, con personas comprometidas que entienden la importancia de lo que hacemos.
Al final, nuestro objetivo es que las familias se sientan seguras y acompañadas, sabiendo que pueden confiar en nosotras, y eso solo se consigue con dedicación, trabajo en equipo y mucho respeto hacia las personas a las que ayudamos.
¿Qué aportas tú personalmente a la oficina?
Yo trato de ser la figura que siempre está disponible, tanto para las familias como para mi equipo. Creo que lo más importante en este trabajo es ser cercana y accesible, y ese es mi enfoque en el día a día. Me gusta conocer cada caso de cerca, aportar ideas y buscar siempre la manera de mejorar las cosas, tanto para quienes reciben el servicio como para quienes lo realizan.
Mi trayectoria profesional me ayuda a entender de una forma muy práctica lo que supone necesitar ayuda en casa. Esto me permite conectar mejor con las personas que acuden a nosotras, ayudarlas a sentirse comprendidas y buscar las mejores soluciones para cada situación.
Creo que mi principal aportación es ese equilibrio entre cuidar a las familias y cuidar a las personas trabajadoras. Este trabajo es mucho más que un servicio; es una red de apoyo para quienes nos necesitan, y mi papel es asegurarme de que esa red sea sólida, humana y siempre cercana.
Como mujer, siento una enorme satisfacción al contratar a otras mujeres, ya que es invertir en talento, reconocer su valor y contribución social. Una oportunidad para empoderar y construir un futuro más justo para todas.